DESCUBRIR EL PFAS

¿QUÉ SON LOS PFAS?

PFAS es el acrónimo de Per/Poli Fluoro Alkyl Substances: se trata de una familia de compuestos químicos producidos por el hombre y no presentes de forma natural en el medio ambiente utilizados principalmente en el ámbito industrial.

Los PFAS son moléculas orgánicas que contienen flúor; poseen una estructura química que les confiere propiedades muy significativas, razón por la cual se utilizan para obtener excelentes resultados en diversos sectores industriales, incluido el de la automoción. Sus principales características son:

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¿DÓNDE SE UTILIZAN?

Gracias a sus características, los PFAS se utilizan en distintos sectores industriales y de consumo para hacer que las superficies sean repelentes al agua y al aceite y resistentes al calor y al desgaste: se encuentran, por ejemplo, en tejidos, cuero, alfombras y telas, revestimientos de papel para alimentos y utensilios de cocina antiadherentes. El material más conocido comercialmente que contiene PFAS es el teflón(PTFE): se utiliza tanto para recubrir sartenes como en tejidos repelentes al agua y transpirables como el Gore-tex y para la construcción de elementos impermeabilizantes en el sector de la construcción.

 

Los PFAS también se utilizan en el sector del cuidado del automóvil: en el mercado se pueden encontrar ceras, abrillantadores y recubrimientos a base de PFAS que prometen una buena resistencia al desgaste y protección de la carrocería al crear una película protectora antiestática que repele el smog y la suciedad, permitiendo así que la pintura permanezca limpia y protegida.

Debido a su persistencia en el medio ambiente y a su capacidad para acumularse en los organismos, algunos fabricantes se están centrando en reducir el uso de PFOA y PFOS y sustituirlos por PFAS de cadena más corta(6 o 4 átomos de carbono), que tienen una persistencia reducida, medible en pocos días.

El ambicioso objetivo de la industria en los próximos años es eliminar totalmente el uso de PFAS y encontrar sustancias alternativas para lograr una mayor protección del medio ambiente y la salud, aunque la tarea no sea fácil tanto en términos de prestaciones como de costes. La última actualización del Reglamento REACh prohíbe la producción y comercialización de PFOA en todos los sectores productivos antes del 4 de julio de 2023. Los PFOS y sus derivados están clasificados por el Reg. (CE) nº 850/2004 como contaminantes orgánicos persistentes (COP), por lo que ya están sujetos a prohibición o a severas limitaciones.

#Labocosmetica es una empresa líder en la protección del medio ambiente y la salud porque nunca ha utilizado PFAS en ninguno de sus productos y #Labocosmetica siempre ha centrado sus esfuerzos de investigación científica en el uso de moléculas alternativas obteniendo, sin embargo, excelentes resultados.

MÉTODOS DE EXPOSICIÓN

Los residuos de PFAS se eliminan en los alrededores de la planta de producción y en vertederos locales. Los PFAS son sustancias muy volátiles que pueden persistir en el aire durante días y pueden transportarse antes de caer al suelo; aquí se desplazan fácilmente por terrenos subterráneos donde pueden recorrer largas distancias y contaminar las aguas subterráneas y superficiales, incluidos los pozos locales de agua potable: por tanto, la contaminación se dispersa y no queda confinada cerca de los centros de producción.

Las principales fuentes de exposición a los PFAS son:

  • transformación de PFAS y productos que los contengan
  • ingestión de agua potable o alimentos contaminados (como productos de la pesca, frutas y carne)
  • inhalación de polvo con trazas de estas sustancias procedente de las superficies tratadas, como alfombras, ropa y calzado; además, en el momento de abrir los envases de productos a base de PFAS, se respira parte de éstos debido a su volatilidad
  • el paso a través de la piel: la absorción de PFAS, puros o disueltos en agua, también se produce a través de la piel, por lo que el contacto con productos del sector del detallismo puede constituir una fuente de contaminación por PFAS.

La exposición a los PFAS también se debe a la degradación de los materiales; el ejemplo más llamativo es la pérdida de repelencia al agua de tejidos o carrocerías: la disminución de la repelencia al agua implica la desaparición de los PFAS de las superficies y su difusión en el aire.

Al no ser biodegradables, los PFAS han sido objeto de numerosos estudios medioambientales: El PFOS tiene una vida media en el medio ambiente de 41 años, mientras que el PFOA tiene una vida media en el medio ambiente de 8 años; esto significa que tienen un alto potencial de bioacumulación y biomagnificación.

EFECTOS SOBRE LA SALUD

Existen altos niveles de PF AS en la sangre de consumidores y trabajadores porque estas moléculas no son destruidas por el organismo ni por el sol. Dado que los PFAS se unen a las proteínas plasmáticas y no son metabolizados por el organismo, se acumulan en el hígado y, en menor medida, en los riñones; su eliminación es muy lenta, porque una vez filtrados en la orina sufren un proceso de reabsorción que los devuelve a la circulación. La semivida, que es el tiempo necesario para que los niveles sanguíneos se reduzcan a la mitad, es por término medio de 5,4 años para los PFOS y de 3,8 años para los PFOA, con diferencias de género: en los hombres las semividas son más largas que en las mujeres.

Los estudios epidemiológicos han demostrado la asociación del PFOA con diversas enfermedades:

  • Colesterol elevado, que aumenta el riesgo de arteriosclerosis.
  • Colitis ulcerosa
  • Disfunción tiroidea
  • Hipertensión gestacional
  • Disfunción del sistema reproductor masculino: en particular, los PFOS y PFOA influyen en los parámetros espermáticos y afectan a la acción de las hormonas sexuales, como la testosterona.
  • Aumento del valor del ácido úrico, que es un factor de riesgo de gota y cálculos renales.

Los PFOS y, en particular, el PFOA han sido objeto de evaluación por parte de la IARC (Agencia Internacional para la Investigación del Cáncer) y la EPA (Agencia de Protección Medioambiental de EE. UU.) por su potencial carcinogénico y, en 2017, la IARC clasificó el PFOA como "posiblemente asociado" (grupo 2B) a tumores renales y testiculares.

Dado que los PFAS son responsables de alteraciones en el metabolismo y determinan ciertas condiciones de riesgo que pueden conducir a un aumento de las enfermedades crónicas, la exposición a estas sustancias podría considerarse el quinto factor de riesgo de las enfermedades crónicas no transmisibles:

  • Humo
  • Consumo de alcohol
  • Alimentación incorrecta
  • Inactividad física
  • Exposición a PFAS